Las prácticas restaurativas son un conjunto de estrategias cuyo fin es prevenir y resolver conflictos y gestionar problemas de comportamiento. Y en Mediemos estamos convencidos de que son el recurso más efectivo para conseguirlo.
Se emplean en organizaciones y en especial para el ámbito educativo, donde se aplican generalmente por los profesores en el aula.
Y es que las prácticas restaurativas construyen comunidad, lo que implica aumentar y fortalecer las relaciones con una drástica reducción de la violencia y las infracciones.
Consiste en una serie de intervenciones que son más o menos formales dependiendo de la gravedad de la situación y en la mayoría de las ocasiones los participantes se sientan formando un círculo.
Se enfocan en el daño que las personas han podido causar con su comportamiento y en su reparación, con una atención especial a las personas que han resultado afectadas.
En el siguiente vídeo te lo explicamos: