Las prácticas restaurativas son una serie de técnicas y estrategias que se utilizan en organizaciones para resolver conflictos y problemas de convivencia, creando comunidad al mismo tiempo.

El enfoque restaurativo se centra en la responsabilidad, reparar el daño causado y sanar las relaciones.

Es un cambio en la organización que trasciende el enfoque tradicional basado en las sanciones.

Las prácticas restaurativas pueden emplearse en todas las organizaciones:

◦ Centros educativos: Facilitación de círculos y reuniones formales restaurativas para gestionar conflictos e incidentes graves, prevención del bullying.

◦ Empresas: Reuniones formales y círculos para prevención y resolución de conflictos en el lugar de trabajo, reuniones más eficientes y creativas.

◦ Familias: Círculos para la gestión de conflictos y la mejora del ambiente familiar.

Introducir las prácticas restaurativas en organizaciones aporta múltiples beneficios, destacando la reducción de los conflictos, la mejora del ambiente y la construcción de comunidad.

Las prácticas restaurativas tienen gran éxito en centros escolares:

• Minimizan las incidencias derivadas de problemas de convivencia.

• Mejoran el ambiente y la seguridad del centro.

• Reducen la violencia y el bullying.

• Crean un entorno favorable para el aprendizaje.

• Aumentan el sentido de pertenencia y de comunidad del grupo.

• Fomentan habilidades como la escucha, la empatía, la responsabilidad, la creatividad, la paciencia, la autoconfianza, el liderazgo, el respeto, la colaboración y la negociación.

• Ayudan a reflexionar sobre el impacto de las acciones propias en los demás y sobre la importancia de las relaciones.

• Permiten atender especialmente a las necesidades de los perjudicados por el conflicto.

• Aportan nuevos recursos pedagógicos mediante el uso de círculos en el aula.