Nos encontramos frente al otro en una situación incómoda iniciando una conversación difícil en la que se entremezclan una serie de sensaciones, pensamientos y emociones que son difíciles de controlar.
Como en todas las situaciones complejas es muy útil disponer de un objetivo y un proceso a los que acudir cuando nos sentimos perdidos o desorientados durante la conversación.
El objetivo principal que os proponemos es tener la intención de conectar con el otro. Sin perder de vista los objetivos secundarios, que son los intereses concretos que esperamos conseguir: alcanzar un acuerdo, expresar cómo nos ha afectado lo que el otro ha hecho o cerrar una relación de la mejor manera posible.
Y el proceso, que nos servirá como una guía de la conversación, se puede resumir en 6 pasos:
1.- Conecta contigo mismo
2.- Observa la situación de forma objetiva
3.- Escucha al otro de forma plena y activa
4.- Interpreta lo escuchado
5.- Resume con empatía
6.- Expresa tus intereses y formula peticiones
Mantener con éxito una conversación difícil es un reto que genera gran incertidumbre pero se puede conseguir teniendo claro cuál es tu objetivo y utilizando un proceso que nos ayude a ubicarnos.
Como decía Stephen Covey, busca primero entender al otro y segundo ser entendido.