Para celebrar el 14 Aniversario de Terra Verda el pasado 26 de junio trasladamos por un día nuestro centro de Mediación a su local (C/ Serrería, 34, Valencia) y en colaboración con el Dr. Bosch abordamos de forma dinámica los efectos en la salud del estrés, las emociones y los conflictos.
El Dr. Bosch nos contó que: «Nuestro organismo está compuesto por trillones de células que cohabitan de modo increíblemente organizado. Cada célula recibe al instante información precisa de nuestro estado de ánimo. Por ello, cualquier situación conflictiva o estresante va a ser captada de un modo sutil por cada una de las células de cada sistema de nuestro cuerpo.
Y es que sostener durante un minuto un pensamiento negativo debilita nuestro sistema inmunitario durante 6 horas y nos deja más expuestos a sufrir enfermedades. Si esa situación se prolonga durante más tiempo, nuestras células van a sufrir un desgaste que va a minar las funciones que tienen encomendadas para mantener sano nuestro organismo.
Nuestras células tienen la propiedad de regenerarse, algunas con más rapidez que otras. Así, las de la piel, el tubo digestivo o las de la sangre, presentan un alto nivel de renovación y precisamente serán dichas células las más afectadas.
Si la situación de conflicto o estrés no se resuelve, la afectación de nuestras células bacterianas digestivas, nuestra microbiota o flora intestinal, va a provocar serios problemas en nuestra salud ya que nuestra inmunidad reside en el segundo cerebro, los intestinos, la barrera que nos defiende de las sustancias nocivas que ingerimos.
Si desciende la vigilancia, estamos a merced de padecer enfermedades de todo tipo y todo ello se lo debemos al cortisol, hormona que aunque saludable a dosis correctas, cuando es segregada en altas dosis, provoca una serie de alteraciones lamentables.
El problema se va complicando cuando el estrés impide la absorción de un aminoácido esencial llamado triptófano, precursor del neurotransmisor serotonina y que con la oscuridad nocturna provoca la secreción de melatonina, molécula imprescindible para conseguir un sueño adecuado. Justo en las fases 3 y 4 del sueño profundo es cuando se produce la reparación de las membranas de las células, fundamentales en la salud celular. Estas alteraciones de membrana, mantenidas de un modo crónico, suelen desembocar en muerte o mutación celular, lo que equivaldría a la formación de un cáncer, un envejecimiento prematuro o enfermedades neurodegenerativas, tipo Parkinson o Alzheimer.
Por ello, los tratamientos médicos llegan a ser crónicos sin una adecuada gestión de las emociones, los conflictos y el estrés que provocan las enfermedades”
Gracias a Terra Verda por organizar la charla y a todos los asistentes por su participación.